jueves, 9 de junio de 2022

JUAN MEDINA PÉREZ Y LAS 628 BASES POR BOLAS RECIBIDAS EN DOBLE A

 


Ted Williams, fue dos veces Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana (1946-49), dueño de seis títulos de bateo, en dos ocasiones ganador de la Triple Corona ofensiva (1942-47) y la gran mayoría de los expertos en el béisbol lo consideran el mejor bateador de todos los tiempos. Sin embargo, a pesar de terminar con un astronómico promedio de por vida (.344) nunca bateó 200 hits en una temporada y, contrario a lo que muchos piensan, tampoco conectó 3,000 hits (2,654). Las razones para ello son: en la cúspide de su carrera se ausentó tres temporadas para servir en la Segunda Guerra Mundial (1943-44-45) y las bases por bolas; en ocho veces fue líder en bases por bolas recibidas. Particularmente, las bases por bolas que ilustran su excelente disciplina en el plato le impidieron alcanzar 200 hits en una temporada y le privaron de un séptimo título de bateo. Fue el último en batear sobre .400 en las Grandes Ligas (.406 en 1941) y de paso, el único en batear sobre .400 sin alcanzar los 200 hits (456-185). Ello obedeció en gran medida a las 147 bases por bolas que recibió en esa temporada.

También las bases por bolas le privaron injustamente de otro título de bateo en 1954. Ese año culminó la campaña con el promedio de bateo más alto de la Liga Americana, .345 y el mexicano Bobby Ávila (Cleveland) arribó segundo con .341. Sin embargo, para 1954 existía una injusta reglamentación para aspirar al título de bateo que requería consumir, como mínimo, 400 turnos oficiales al bate. Ted Williams había culminado la campaña con 133 hits en 386 turnos oficiales al bate. No consumió los 400 turnos oficiales al bate y Bobby Ávila sí superó los 400 turnos oficiales al bate; consumió 555 turnos oficiales, en los que conectó 189 incogibles para promedio de .341. A Ted Williams le faltaron 14 turnos oficiales para alcanzar los 400 porque recibió 136 bases por bolas, le propinaron un pelotazo y bateó tres elevados de sacrificio. La suma de sus turnos oficiales (386) a las bases por bola recibidas (136), al pelotazo recibido (1) y a los tres (3) elevados de sacrificios, totalizaron 526 presentaciones al plato. Con la reglamentación de hoy día, que utiliza el criterio de presentaciones al plato y no el de turnos oficiales, Ted Williams hubiese sido proclamado campeón de bateo. De esa manera, Bobby Ávila, el muchacho de Veracruz, se convirtió en el primer latinoamericano en obtener un título de bateo en Ligas Mayores.

Por constituir una injusticia penalizar a un bateador por recibir bases por bolas, como ocurrió en el caso de Ted Williams, en el 1957 se cambió la reglamentación que utilizaba como criterio los turnos oficiales y se sustituyó por el de las apariciones al plato. La Regla 9.22 (a) gobierna la metodología que deberá utilizarse para proclamar a un Campeón de Bateo en las Grandes Ligas y dispone que para un jugador cualificar oficialmente al título de bateo, deberá tener un mínimo de apariciones al plato. ¿Y qué son las apariciones al plato? Es el número de veces que un jugador se presenta a la caja de bateo e incluye los turnos oficiales al bate, las bases por bolas, los pelotazos recibidos, los toques de sacrificios, los elevados de sacrificios y las veces en que alcanza la primera base por la interferencia de algún jugador defensivo, fundamentalmente, el receptor. Para calcular el mínimo de apariciones al plato se multiplica el número de juegos de la temporada regular por 3.1 (apariciones al plato). En Las Grandes Ligas se juegan 162 partidos en la fase regular y multiplicado por 3.1 equivale a 502.2 presentaciones al plato y se redondea a 502. De ahí, que son 502 las apariciones mínimas al plato que se le exige a un bateador en Grandes Ligas para cualificar oficialmente al Título de Bateo.

Salvando la distancia, Juan Medina Pérez es el líder de todos los tiempos en bases por bolas recibidas (628) en la Doble A. Doce bases por bolas más que los hits que conectó (616), entre ellos, 92 jonrones, y su promedio de bateo fue de .326 (Serie Regular). De no haber recibido tantas bases por bolas hubiese superado los 700 hits, los 100 jonrones y probablemente, hubiese conectado 20 jonrones en la temporada de 1986 o en la de 1987. La operación matemática es simple; habiendo conectado 616 hits le faltaron 84 hits para alcanzar los 700. Asumiendo que en vez de recibir 628 bases por bolas hubiese recibido la mitad (314), ello le habría permitido tener cerca de 314 turnos oficiales adicionales al bate. De haber conectado 84 hits en 314 turnos adicionales, su promedio de bateo hubiese sido .268; muy por debajo de su promedio de bateo de por vida .326, pero los suficientes para haber arribado o superado los 700 hits.

De igual manera, hubiese superado los 100 jonrones en su carrera. En la temporada de 1986 conectó 14 jonrones y recibió 49 bases por bolas. De no haber recibido tantas bases por bolas, probablemente hubiese superado los 19 jonrones que es la marca nacional establecida por Eddie Ahorrio (San Sebastián) en 1987. De igual manera, conectó 14 jonrones en 1987 y recibió 46 bases por bolas; de no haber recibido tantos pases por bolas, probablemente hubiese también superado los 19 jonrones.

La esencia de este escrito va dirigida a resaltar las virtudes de bateadores que son extremadamente disciplinados en el cajón de bateo; Ted Williams en las Mayores y Juan Medina Pérez, en la pelota Doble A. Como dice el adagio: “Una de cal y una de arena”, esa disciplina también privó a Ted Williams de alcanzar los 3,000 hits en las Grandes Ligas y a Juan Medina los 700 hits y los 100 jonrones. 

Concluyo el tema sobre las bases por bolas, describiendo su evolución histórica. Hasta 1863 no existían las bases por bolas en el béisbol. Incursionaron por primera vez en el 1874 y entre 1874 y 1879, se requerían nueve bolas para otorgar el boleto gratis. En 1880, se redujo a ocho bolas. Finalmente, en 1889 se fijó en cuatro bolas y desde entonces “solamente” han transcurrido133 años.

 

lunes, 6 de junio de 2022

ANÁLISIS DE LA FINAL DEL NORTE ENTRE CAMUY Y UTUADO

El domingo, 29 de mayo de 2022, Utuado y Camuy inician otra confrontación por el título del Norte de la pelota Doble A. Será la decimonovena confrontación entre ambos en la postemporada y la sexta en una final de sección. La serie está pautada a un máximo de 7 juegos y el ganador de 4 desafíos pasará al Carnaval de Campeones.


Camuy tuvo una temporada de ensueño en la fase regular (12-4) y le barrió la serie particular a Utuado (4-0). Además, continuó su paso arrollador en la semifinal B y derrotó en 4 partidos a Barceloneta (3-1).

 

Utuado tuvo un pobre desempeño en la temporada regular (6-9). Peor aún, 4 de las 9 derrotas a manos de Camuy. Con la excepción de Hibraim Córdova (.444), la ofensiva de Utuado no fluyó a la altura de lo esperado, particularmente con corredores en circulación; dejaron 102 corredores en base en los primeros 9 juegos de la temporada (11.33 por juego). Afortunadamente, al final de la regular, sus bates comenzaron a tronar, particularmente el de “Toño” Candelaria (.325) y el de Juan Medina. Inclusive, en el último juego de la fase regular, establecieron varias marcas ofensivas cuando anotaron

17 carreras en la tercera entrada contra los Tigres de Hatillo. En la semifinal A, derrotó convincentemente y en 4 partidos (3-1) al equipo líder del Norte los Atenienses de Manatí. Esa serie fue una vitrina para sus lanzadores que aplacaron la fuerte ofensiva de Manatí. Mientras, “Toño” Candelaria continuó con su tórrida ofensiva y concluyó como líder en bateo y en “hits” (14-7, .500).

 

El impresionante récord ganador de Camuy, el récord perdedor de Utuado y, sobre todo, la barrida de Camuy sobre Utuado, proyectan a primera vista, que los Arenosos deben ganar la serie e, incluso, en 4 o 5 cinco juegos para algunos. Cuidado. Una evaluación minuciosa de lo ocurrido en esos 4 juegos revela datos interesantes que ameritan ser destacados. Veamos.

 

En sus primeras dos victorias (9-4 y 12-8), Camuy conectó 19 hits; 9 y 10, respectivamente. En esos dos juegos, Utuado conectó 29 hits, 14 y 15, respectivamente; 10 hits más que Camuy. La gran diferencia, Utuado dejó 27 corredores en base (15 y 12, respectivamente). Resalto, además, que en el primer juego Utuado le bateó al iniciador de Camuy, el zurdo Gregorio Reyes, para .307 (26-8). En el segundo partido, Utuado le bateó al iniciador de Camuy, el zurdo Henry Iglesia, para .400 (20-8). La ofensiva de Utuado frente a estos dos iniciadores cobra prominencia en el análisis por lo que señalo más adelante.

 

En el tercer partido apareció, por primera vez, el imponente As monticular de Camuy, Fernando Cabrera y pintó de blanco a Utuado (2-0), propinando 8 ponches. Sin embargo, es menester destacar que ese juego llegó 1-0 hasta la séptima cuando un error de Utuado provocó la segunda y última carrera de Camuy en el desafío. Fue un juego sumamente reñido y el único de los 4 juegos en que Camuy bateó más “hits” que Utuado (6-5); uno más.

 

En el cuarto partido de la serie, subió nuevamente al montículo Fernando Cabrera y volvió a dominar a Utuado al lanzar 8 entradas con una sola carrera permitida, 4 “hits” y 10 ponches. Ese fue otro juego reñido que llegó a la sexta entrada 1-1, cuando Kerby Camacho, con 2 “outs”, 3 en base y en conteo de 3-2, conectó un doble que limpió las bases para el 4-1. En ese juego, Camuy conectó 5 “hits” y Utuado 5.

 

En la serie de 4 juegos, Utuado bateó para .280 (143-40) y Camuy para .240 (125-30). Utuado conectó 10 hits más que Camuy. Pero hay más…



Otro asunto que cobra relevancia en el análisis es el impacto que pueda generar el profundo “staff” de lanzadores de Utuado. En la serie no lanzó por Utuado Manuel Romero (Estados Unidos), que es una de las figuras cimeras de su “picheo”. Tampoco lanzó frente a Camuy, la última adquisición de Utuado, el zurdo José Galán, que derrotó en el tercer juego de la semifinal a Manatí, tras una magistral labor de 6 2/3 de entradas; al salir dejó a Utuado al frente 4-1. Los dominantes relevistas de Utuado, Ryan Rivera, Rayan Hernández y Jorge Crespo, prácticamente no enfrentaron a Camuy en los 4 juegos. El relevista Ryan Rivera (0.69 en la regular), le lanzó tres entradas a Camuy sin permitir “hits” ni carreras, Rayan Hernández (1.08 en la regular) 2/3 sin permitir hits ni carreras y Jorge Crespo (2.76 en la regular) lanzó 4 1/3, permitió una carrera limpia y ponchó 6. Entre los tres, limitaron la fuerte ofensiva de Camuy a 1 carrera limpia en 8 entradas (1.13). Para esta serie, la profundidad del cuerpo monticular de Utuado, que evidentemente es una de sus fortalezas, estará aceitada.


Otro factor que reviste importancia en el análisis es el formato de la serie. Inicia hoy, continúa el próximo fin de semana con tres partidos y finaliza el siguiente fin de semana con tres partidos de ser necesarios; en otras palabras, 1-3-3. Ello implica que el estelar Fernando Cabrera estaría limitado a dos aperturas en la serie, lo que es ventajoso para Utuado. Hoy no debe abrir el primer juego de la serie porque viene de lanzar 8 entradas el viernes frente a Barceloneta. Iniciaría el próximo viernes o en uno de los tres juegos del fin de semana que viene. Su segunda apertura deberá producirse en uno de los tres juegos del siguiente fin de semana. Ello cobra prominencia en el análisis porque un equipo debe iniciar una serie de postemporada con su mejor lanzador, máxime cuando Fernando Cabrera inició 8 de los 16 juegos de Camuy en la fase regular. Mientras, los iniciadores de los restantes 8 juegos de Camuy en la regular se distribuyeron entre Henry Iglesias (5) y Gregorio Reyes (3). Retomando lo señalado previamente, Utuado le bateó para .400 a Henry Iglesias y .307 a Gregorio Reyes.

 

Destaco que, en esta etapa, el dirigente Efraín “Cano” García y su cuerpo técnico conocen a cabalidad las valiosas herramientas de Utuado. Así quedó evidenciado en la serie contra Manatí; no solamente por manejar sus fichas como si se tratara de una partida ajedrez, sino que estimularon y maximizaron el potencial de sus jugadores. Ciertamente, luego del contundente triunfo sobre Manatí, el estado anímico de Utuado atraviesa por su mejor momento.

 

Camuy, por su parte, es un trabuco y sobre la marcha mejoró sustancialmente su defensa; a manera de ejemplo, los cambios que trajeron a su plantilla al campocorto Rey Pérez y al segunda base Keneth Morales. Su ofensiva encabezada por Noel Cuevas (.452) no tiene grietas. Su cuerpo monticular es efectivo e imponente cuando está Fernando Cabrera en la loma. En Jorge Charry y Joel Colón tienen dos experimentados y dominantes relevistas. Su cuerpo de receptores es de envidia; Dennis Pérez, Kerby Camacho y Josué Sánchez. Ello, sumado al excelente desempeño en el terreno de juego todo el año, lo convierten en favorito, pero no con la etiqueta de ampliamente favorito. Se me antoja plasmar en este análisis, que Utuado tiene altas probabilidades de vencer a Camuy; más probabilidades que las que le adjudiqué frente a Manatí. Enfatizo, que el formato de juegos de la serie favorece a Utuado por lo señalado previamente.

 

A todas luces, el Utuado que enfrentará Camuy en esta Final es muy distinto al que enfrentó en la temporada regular. Es justo añadir, además, que tradicionalmente los Montañeses se transforman en la postemporada y elevan marcadamente su nivel de juego.

 

Concluyo mi análisis destacando que debe ser una serie reñida, atractiva y muy concurrida. No es para menos, otro clásico entre dos equipos banderas de la pelota Doble A. No te pierdas las emociones que nos regalarán ambas novenas. Nos vemos en el “Cheo” López y en el Ramón Cabañas.




CAMUY Y UTUADO A OTRA FINAL DE SECCIÓN

Camuy y Utuado han tejido una de las más antiguas y atractivas rivalidades del Béisbol Doble A. Durante 75 años han librado múltiples “batallas” en los diamantes del Ramón Cabañas de Utuado (antiguo y actual) y del Juan Francisco “Cheo” López de Camuy. Sus épicas confrontaciones han cimentado una apasionante rivalidad entre ambas novenas y sus respectivas fanaticadas.

Se han enfrentado en 18 Series de Postemporada; 12 Semifinales, 5 Finales y en una ocasión en el Carnaval de Campeones (2007). Utuado ha ganado 12 series y Camuy 6. La última fue el año pasado, 2021, cuando luego de los Arenosos terminar primeros en el Norte, fueron eliminados por los Montañeses en la Semifinal A, 2 victorias a 1.

A partir de mañana domingo, 29 de mayo de 2022, se enfrentarán nuevamente, esta vez en otra Final del Norte. Será la sexta (6) confrontación en finales de sección. Utuado derrotó a Camuy en las finales de sección del 2011, 2012 y 2014. Camuy se impuso en las finales de sección de 2015 y 2018.

Se han enfrentado en 89 ocasiones en la postemporada con un saldo de 51 victorias para los Montañeses (51-38; .573) y 38 para los Arenosos (38-51; .427). Al final del artículo publico una tabla que recoge el historial de sus confrontaciones en la postemporada.

En la fase regular de este año, Camuy le barrió la serie a los Montañeses 4-0. Sin embargo, Utuado se transforma en la postemporada y lo demostró una vez más eliminando en la Semifinal A al excelente equipo de Manatí que terminó primero en el Norte. De hecho, le ganó los últimos tres juegos de la reñida serie.

Los invito a que lean el próximo artículo en el que aludo a las estadísticas y detalles de las cuatro confrontaciones de Camuy y Utuado en la temporada regular de este año. Pero, sobre todo, invito a las fanaticadas de ambos equipos a que acudan masivamente al “Cheo” López y al Ramón Cabañas a respaldar a sus respectivas novenas y disfrutar de otra clásica confrontación entre dos equipos banderas de la pelota Doble A. Será muy placentero saludarles personalmente y les recuerdo que las transmisiones de los juegos de los Montañeses, a cargo de “Pachy” Rodríguez y “Jun” Juarbe, se difunden a través de WUPR Éxitos 1530 AM y 98.3 FM. El juego de mañana domingo comienza a las 5:00 de la tarde y la Super Antesala de los Montañeses a las 4:30 de la tarde.






LOS MONTAÑESES DE UTUADO A LA FINAL DEL NORTE

En una reñida semifinal de 5-3 y no apta para cardiacos, los Montañeses eliminaron a los líderes del Norte Atenienses de Manatí, en cuatro juegos (3-1). La única victoria de Manatí se produjo en el primer partido y de forma dramática. Un juego en que, en la primera entrada, Utuado conectó tres “hits”, anotó dos carreras, pero desafortunadamente, le propinaron los tres “outs” en corridos agresivos de bases; dos “outs” en tercera base y el otro en segunda base.

Aun así, Utuado asumió la delantera en la sexta entrada cuando su receptor Michael Díaz conectó un doble con tres a bordo que limpió las base y le dio la delantera a Utuado 5-2. Manatí fue recortando la desventaja y el juego llegó empatado a la novena entrada 5-5. Manatí bateaba en la baja del noveno con dos “outs”, nadie en base y todo presagiaba que el juego iría a entradas extras. Pero, con dos “outs” y frente al efectivo cerrador de los Montañeses, Rayan Hernández, la tercera base de Manatí, Luis Agosto, conectó un batazo extraviado y sin mucha fuerza por detrás de primera base que se convirtió en doble. Acto seguido, el defensor del primer cojín de los Atenienses, Roberto Jiménez, conectó un jonrón de línea por el bosque izquierdo para dejar en el terreno a Utuado. En la apretada derrota, los Montañeses evidenciaron una vez más que se crecen en la postemporada y que aún con su bizarra primera entrada ofensiva podían derrotar a los Atenienses.

Así fue. Utuado ganó los próximos tres desafíos para eliminar a los Atenienses. Tres reñidos partidos que culminaron con marcadores de 9-7, 4-3 y 6-5. En el segundo desafío, Utuado viniendo de atrás, sacó su cría y se anotó el primer triunfo para empatar la serie (1-1). Utuado perdía 7-2 y marcó cinco carreras en la baja del sexto para empatar el juego y dos más en la entrada de la suerte, la baja del séptimo para irse al frente 9-7 y así concluyó el juego.

El tercer desafío lo ganó Utuado, 4-3, para tomar ventaja en la serie (2-1). Manatí vendió cara su derrota; perdía por el margen mínimo (4-3) en la novena entrada y colocó a sus primeros dos bateadores en base sin “outs”. Ahí, el cerrador de Utuado, Rayan Hernández, se creció y con la ayuda del receptor Juan Medina, que sacó a un corredor tratando de robar la tercera base colgó un enorme cero en la pizarra; el cero de la victoria. 

En el cuarto y último desafío de la serie, Manatí anotó dos carreras en la primera entrada, dos en la segunda y una en la tercera, para irse al frente 5-0. Pero en la baja del tercero, Utuado anotó seis veces frente al estelar Tomás Rodríguez, para tomar ventaja, 6-5. Las últimas tres carreras de Utuado en esa entrada fueron de la autoría de Juan Medina con un cuadrangular con dos a bordo y dos “outs”. Esas fueron las últimas carreras del desafío porque Tomás Rodríguez se auto relevó y los relevistas de Utuado le colgaron seis ceros consecutivos a la poderosa ofensiva de los Atenienses. No obstante, el reñido desafío estuvo saturado de dramatismo. En la séptima, Manatí colocó tres corredores en base con dos “outs”. Corría en tercera Jesmuel Valentín y frente a un envío del relevista Jorge Crespo, el bateador Ángel Maldonado conectó un machucón que se alejó como a 20 pies del plato y como a cinco pies de la línea que divide el terreno “fair” del terreno “foul” por el área de tercera base. Juan Medina (receptor) se levantó rápidamente, corrió tras la bola, la atrapó y como un gato se lanzó al aire sobre Jesmuel Valentín y lo tocó cayendo de bruces en terreno “foul”. Ese fue un “out” monumental; esa era la única alternativa defensiva para propinar un “out” en ese batazo. En la octava entrada, Manatí colocó corredores en segunda y tercera sin “outs”. Entró a relevar Manuel Romero y procedió a ponchar a Yomar Valentín para el primer “out”. Con la primera base desocupada, sabiamente, el dirigente de Utuado, Efraín “El Cano” García, ordenó boleto gratis intencional a Jesmuel Valentín para llenar las bases. El relevista Manuel Romero se creció nuevamente y eliminó al cuarto bate Julio Maldonado con un palomón que capturó Edwin Medina cerca de la segunda base. Con dos “outs”, Edgar Corcino pegó una peligrosa línea que se capturó el jardinero izquierdo Abdiel Rodríguez en la zona de seguridad. Ese fue otro cero espectacular del cuerpo monticular de Utuado en la serie. Pero las angustias de los fanáticos de los Montañeses no terminaban. En la novena entrada, con el juego 6-5, Manuel Romero le otorgó boleto gratis al abridor de la tanda de los Atenienses, Roberto Jiménez. Bateando Luis Agosto, Jiménez se estafó la segunda base para colocar la carrera del empate en segunda sin “out”. Sin inmutarse, Manuel Romero eliminó a Luis Agosto con un elevado corto al central, ponchó tirándole a Ángel Maldonado y retiró con rodado de campocorto a primera a Christian Maldonado, para colgar otro espectacular cero, el de la victoria, el del pase de Utuado a la Final del Norte.

Así de reñida fue esa serie, en la que el cuerpo de relevo de los Montañeses y su hábil manejo por el dirigente Efraín “El Cano” García, jugó un papel protagónico. Considero que Juan Medina, receptor en las tres victorias, el que propinó el sensacional “out” de la séptima entrada y el que conectó el jonrón decisivo en la tercera entrada con dos en base para poner al frente a Utuado 6-5, fue el MVP de la serie. También es menester destacar las actuaciones de Manuel Romero (1-0), un salvado, efectividad de 1.59 y le batearon para .056 (18-1), Rayan Hernández, dos salvados, José Galán, 1-0, 2.70; inició el tercer desafío, lanzó 6 2/3 de entradas y dejó a Utuado al frente 4-1, Antonio Candelaria, 500 (14-7) con cinco impulsadas, Abdiel Rodríguez, .400 (10-4), Christian Martínez con el bate (.364) y el guante, Roderick Barceló, .375 (8-3), Jonathan Gelpi .308 (13-4) …

Utuado, derrotó convincentemente a Manatí en bateo .282 contra .237, promedio de efectividad de los lanzadores 4.54 contra 5.56 y en el fildeo Utuado cometió ocho errores (9.47) y Manatí, cuatro (.973). 

Hay que darle mucho crédito al astuto dirigente Efraín “Cano” García y a su cuerpo técnico que manejaron magistralmente sus fichas, particularmente, el movimiento de los lanzadores.


¡AHÍ ESTÁN LOS MONTAÑESES!



“EN EL BÉISBOL UNO NO LA HA VISTO TODO”

Todos los juegos de béisbol acarician la novedad. De ahí, el adagio beisbolero: “En el béisbol uno no la ha visto todo”.

Precisamente, en el último juego de los Montañeses de Utuado en la serie regular (2022), se produjeron varios hitos históricos. El sábado, 29 de abril de 2022, Utuado recibió la visita de Hatillo. En la baja de la tercera entrada, Utuado anotó 17 carreras empatando la marca carreras anotadas en un “inning” en la Doble A. Previamente, el 6 de marzo de 2005, Camuy anotó 17 carreras contra Utuado en la octava entrada. Así que, los Montañeses han estado en las dos caras de la moneda.

No obstante, la tórrida ofensiva de los Montañeses estableció varias marcas:

1.      Catorce (14) carreras anotadas antes de que se propinara el primer “out”.


2.      Dieciséis (16) bateadores desfilaron por el cajón de bateo antes de que se propinara el primer “out”.


3.      Veintidós (22) bateadores desfilaron por el cajón de bateo en la entrada, uno más que los 21 de Camuy el 6 de marzo de 2005.


4.      Cuatro (4) bateadores de Utuado consumieron tres turnos al bate en la entrada.


5.      Edwin Medina recibió tres boletos gratis en la entrada.

6.      Las seis carreras empujadas por Hibraim Córdova en la entrada, cuatro con un “Grand Slam”, empató la marca de empujadas en una entrada. El 28 de marzo de 1971, Carlos Lugo (Yauco) entró a batear de emergente en la séptima entrada y conectó dos jonrones con dos en base cada uno en ese “inning” para establecer la marca de carreras empujadas en una entrada (6).

Ese juego demuestra que: “En el béisbol uno no la ha visto todo”.

Ese fue el último desafío en la fase regular de los Montañeses que arribaron cuartos en el Norte y enfrentaron en la semifinal a los Atenienses de Manatí que arribaron primeros. En el primer desafío de la serie y en la misma primera entrada, el abridor de la tanda ofensiva de los Montañeses, Edwin Medina, llegó a base por error, el segundo bate Abdiel Rodríguez conectó hit, el tercer bate Hibraim Córdova recibió boleto gratis y se llenaron las almohadillas. El cuarto bate “Toño” Candelaria conectó “hit” y trajo al plato dos carreras. El quinto bate Luis Rodríguez recibió pelotazo. El sexto bate Juan Medina conectó “hit” y se acabó la entrada. El lector que no presenció o escuchó el desafío, se preguntará… ¿Cómo se acabó la entrada si los seis bateadores llegaron a base? ¿Dónde y cuándo se propinaron los tres “outs”? Ahí está la novedad. Con el “hit” de “Toño” Candelaria, Hibraim Córdova quiso alcanzar una base adicional y le propinaron “out” en tercera del nueve al cinco para los que anotan. En la misma jugada, “Toño” Candelaria quiso adelantar a segunda y le propinaron el segundo “out” del cinco al cuatro para los que anotan. Luis Rodríguez, que siguió esa “doble matanza” con pelotazo y con el “hit” de Juan Medina, quiso llegar a tercera en un corrido suicida y le hicieron un homenaje del ocho al cinco para los que anotan. Tres “outs” en corridos de bases en una misma entrada, dos en tercera y el otro en segunda, nunca lo había visto y es que: “En el béisbol uno no la ha visto todo”. 

En ese primer juego de la serie, el receptor de Utuado, Michael Díaz, se lastimó (“hamstring”) en un corrido a primera base. Aun así, continuó jugando y en la sexta entrada conectó un doble con tres a bordo, que limpió las base y le dio la delantera a Utuado, 5-2. Aunque jugó el resto del desafío resentido, no pudo jugar en el resto de la serie. Al día siguiente, y por primera vez en la temporada, el glorioso veterano Juan Medina, que fungía como el bateador designado de los Montañeses, tuvo que ponerse los aperos. Hasta ese momento, Michael Díaz había sido el único receptor defensivo de Utuado en la campaña; serie regular y primer juego de la semifinal. Dicho de otra manera, Michael Díaz había estado detrás del plato en todas las entradas defensivas de Utuado (133 1/3). Ese es otro dato novedoso. La primera vez que ocurre en Utuado desde que llevo las anotaciones del equipo a partir de 1964.



La actuación de Juan Medina como receptor fue novedosa y decisiva. En su segundo juego detrás del plato (tercero de la serie), fusiló con un potente y certero tiro al veloz Brian Miranda, que intentaba robarse la segunda base. Brian Miranda terminó segundo en bases robadas con 11 y no había sido puesto fuera en intentos de robos. Más tarde, en ese mismo juego, Manatí perdía en la novena entrada, 4-3, y amenazaba con empatar el partido con corredores en primera y segunda y un solo “out”. Ahí, el dirigente de Manatí, Tony Valentín, ordenó un doble robo y Juan Medina con otro potente disparo, esta vez a tercera base y a una altura aproximada de ocho pulgadas sobre el terreno de juego, puso fuera al corredor José Rosario para el segundo e importantísimo “out” de esa novena entrada. En el cuarto partido de la serie y su tercero consecutivo como receptor, conectó un jonrón en la tercera entrada con dos a bordo y dos “outs” para darle ventaja a Utuado, 6-5, y así terminó el juego que conllevó la eliminación de Manatí. Cabe destacar que el jonrón se lo conectó a Tomás Rodríguez, que no había perdido un juego este año (7-0 y efectividad de 1.08). Ese jonrón le tumbó el invicto a Tomás Rodríguez.

Como si lo anterior fuera poco, en la séptima entrada de ese cuarto juego, con el marcador 6-5 a favor de Utuado, Manatí tenía tres en base con dos “outs” y corría en tercera Jesmuel Valentín. El bateador Angel Maldonado conectó un machucón por tercera base que se alejó como a 20 pies del plato y rodó como a 5 pies de la línea que divide el terreno “fair” del terreno “foul”. Juan Medina se levantó como un gato, corrió tras la bola, la atrapó con la mano desnuda y creyéndose acróbata del Circo de los Hermanos Marcos, brincó felinamente, de pecho y tocó en el hombro a Jesmuel Valentín mientras el árbitro principal, Rubén Ramos cantaba enérgicamente el “out”. Juan Medina, cayó de bruces en terreno “foul” ante la atónita mirada de Jesmuel Valentín y de su padre Tony Valentín, que miraba con aire de incredulidad lo ocurrido. Concluido el desafió, Jesmuel le confesó a Juan que creía que iba a anotar fácilmente y no anticipó su acrobacia.  Ese “out” monumental era la única alternativa defensiva para propinar un “out” en ese batazo. He sido testigo de gran parte de la carrera de Juan Medina en la Doble A y considero que esa es su mejor jugada defensiva porque para ejecutarla no se podía parpadear y requería además su movimiento acrobático y felino. Que la ejecutara a los 45 años, evidencia que: “En el béisbol uno no la ha visto todo”.

Utuado ganó los tres juegos de la serie con Juan Medina de receptor luciendo como en sus mejores tiempos. Por todo ello, Juan Medina (.333) fue el MVP de la serie, aunque es menester destacar las actuaciones de Manuel Romero (1-0), un salvado, efectividad de 1.59, le batearon para .056 (18-1), la de Rayan Hernández, dos salvados, Antonio Candelaria, .500 (14-7) con cinco impulsadas…

Definitivamente, hay que acudir a los estadios porque en cada juego existe el potencial de evocar el adagio: “En el béisbol uno no la ha visto todo”.