lunes, 21 de noviembre de 2016

Distintos Criterios a la Hora de Seleccionar a los Más Valiosos de las Grandes Ligas en el 2016


El Premio a los Jugadores Más Valiosos de las Grandes Ligas, MVP, por sus siglas en inglés, tal y como se conoce hoy día, comenzó a otorgarse por la Asociación de Escritores del Béisbol en 1931.

Sin embargo, la Asociación de Escritores nunca ha definido con precisión o claridad el alcance de la palabra valioso.  De ahí, que su interpretación está sujeta al análisis subjetivo de cada uno de los votantes.


Obviamente, el recipiente del premio debe haber tenido una destacadísima actuación, pero en la mayoría de las veces, ello, por sí solo no basta. Tradicionalmente, además de la destacada actuación del pelotero, el premio está vinculado a los logros del equipo al que pertenece. Por ello, cuando los aspirantes al premio producen estadísticas bastantes similares, la “ratio decidendi “ expresión latina, que significa literalmente en español "razón para decidir”,  se inclina a favor del jugador cuyo equipo tuvo una mejor actuación. Esa relación vinculante o simbiótica entre la actuación del jugador y los logros de su equipo, ha jugado un papel decisivo en muchas votaciones.

Pero esa tesis no es nueva.  En el 1931, la Asociación de Escritores el Béisbol otorgó por primera vez el premio. Ese año, en la Liga Americana, el promedio de bateo de Babe Ruth fue de .373, conectó 46 jonrones, empujó 163 carreras, su slugging fue de .700 y su por ciento de embasarse  fue increíble, .495;  prácticamente la mitad de las veces que fue al cajón de bateo.  Los números de Ruth fueron asombrosos. La pregunta obligada, ¿ganó el premio? La respuesta, no lo ganó. El premio lo obtuvo  el lanzador zurdo, Lefty Grove, que concluyó con marca de 31-4 y 2.06 de efectividad.  Estadísticas también impresionantes. La diferencia, los Atléticos de Filadelfia, equipo al que pertenecía Lefty Grove terminó primero en la Americana (107 -45) y los Yankees, segundo (94-59).

Ahora bien, esa tendencia no es inflexible. En el 1987, Andre Dawson ganó el MVP en la Nacional  y su equipo, los Cubs de Chicago, terminó último en la División Este de la Nacional (76-85).  En el 2003, Alex Rodríguez se alzó con el galardón en la Americana  y su equipo, los Vigilantes de Texas, terminó último en la División Oeste  (71-91). Pero históricamente existe una relación vinculante entre la actuación del jugador y los logros de su equipo,.

Sin embargo, en el 2016, la votación para los premios Más Valiosos de la Asociación de Escritores del Béisbol fue muy interesante y antagónica. Los escritores que votaron en la Nacional utilizaron criterios distintos a los utilizados por los votantes de la Americana.  Los de la Nacional optaron  por los criterios tradicionales, no así los de la Americana que echaron a un lado el récord de ganados y perdidos de los equipos y evaluaron  la valía del pelotero para su conjunto, independiente del lugar donde finalizó la novena.Veamos.

En la Nacional, los tres finalistas jugaron para los equipos que terminaron primeros en  sus respectivas divisiones: Daniel Murphy (Washington),  Kris Bryant (Cubs) y Corey Seager (Dodgers).Mientras, Nolan Arenado, cuya actuación fue sobresaliente e inclusive, merecedora del premio Más Valioso, ni siquiera fue escogido entre los finalistas. Arenado fue líder en ambas ligas en carreras empujadas con 133, co-líder en jonrones en la Nacional con 41 y  su promedio de bateo fue de .294.  Sus números en esos tres departamentos, que son los que definen la mítica Triple Corona, fueron superiores a los del ganador del premio, Kris Bryant ( 39 HRS., 102 CE y .292).  A ello, hay que añadir  que fue segundo en slugging en la Nacional (.570) y que ganó el Guante de Oro por 4ta. ocasión consecutiva defendiendo la tercera base, la misma que patrulló con regularidad, Kris Bryant.  Desafortunadamente para Arenado, Colorado terminó con marca de 75-87. Fue justo el galardón otorgado a Bryant, pero Arenado, como mínimo, debió figurar entre los tres finalistas de la Nacional.  Lamentablemente, sus estadísticas y logros fueron empañados por las 87 derrotas de su equipo, lo que corrobora que los votantes de la Nacional utilizaron los criterios tradicionales; se inclinaron a favor de los jugadores, cuyos equipos encabezaron la tabla de posiciones. 

Dicho lo anterior, echemos ahora un vistazo a la votación de la Americana.

Contrario a la Nacional, en la Americana solamente uno de los tres finalistas militó en un líder divisional, Mookie Betts de Boston.  Los otros dos, José Altuve y Mike Trout, jugaron para equipos que terminaron tercero y cuarto en la división Oeste.

Trout, el sensacional jugador de Los Angeles, tuvo otra espectacular campaña. Fue líder en tres categorías ofensivas en las Grandes Ligas  y en ocho categorías en la Americana.  Encabezó las Grandes Ligas en carreras anotadas (123), bases por bolas recibidas (116) y por ciento de embasarse (.441). Además, fue el líder en ambas ligas en  WAR (“Win Above Replacement”) con 10.6.  Por la importancia que reviste el WAR, he creído prudente dedicar un párrafo para brindar una breve explicación de lo que significa.

El “Win Above Replacement” define mejor que ninguna otra estadística,  la valía de un jugador para su equipo. Para calcularlo se utilizan fórmulas que evalúan los distintos aspectos del juego con el propósito de medir la contribución de un jugador a las victorias de su equipo por encima de un reemplazo. Más que una simple estadística, es una estructura, una ecuación. Debido a la multiplicidad de factores que se utilizan para calcularlo, la fórmula no está estandarizada. Por ello, Fangraphs, Baseball-Reference, Baseball Prospectus, utilizan sus propias métodos para calcular el WAR, con resultados ligeramente diferentes.

Volviendo a Trout, debutó en las mayores en el 2012 y  ha sido el líder en WAR en los cincos años de participación en la Gran Carpa. Por ello, se convirtió este año en el segundo jugador de la Americana que lidera en cinco temporadas consecutivas ese departamento; el otro, Babe Ruth.

Trout, considerado el jugador más completo del béisbol, terminó segundo en la votación para el Más Valioso de la Americana en su primer año, 2012,  y su equipo terminó tercero en el Oeste. Terminó segundo nuevamente en el 2013 y su equipo volvió a terminar tercero en el Oeste. En el 2014, por fin obtuvo el premio Más Valioso y no fue coincidencia que su equipo terminara primero en el Oeste; más aún, fue el equipo más ganador en las Mayores ese año con 98 victorias. En el 2015, volvió a terminar segundo en la votación y su equipo terminó tercero en el Oeste.  

Este año tuvo otra fabulosa campaña; no así su equipo que terminó cuarto en el Oeste con marca de 74-88.  Las 88 derrotas de su equipo presagiaban que por cuarta ocasión en cinco años llegaría segundo en la votación porque, aunque sus logros eran incuestionables, su rival Mookie Betts, también tuvo una temporada colosal y su equipo, las Medias Rojas de Boston, arribó primero en la complicada División Este.

Mookie Betts floreció, tal y como se esperaba. Fue líder en total de bases con 359, segundo en bateo con .318,  anotó 122 carreras (una menos que Trout), empujó 113, trece más que Trout, se robó 26 bases en 30 intentos (87%), conectó 31 jonrones (dos más que Trout), ganó el guante de oro y su WAR fue de 9.6 (un punto menos que Trout).  Además, Boston ganó 93 juegos.  

Aunque Trout superó por setenta y ocho centésimas (.78) a Betts en por ciento de embasarse (.441-.363) y en slugging (.550 - .534), el primer lugar de Boston en el Este parecía inclinar la balanza a favor de Betts.  Pero esta vez, los votantes de la Americana, optaron por no atribuirle tanta valía al primer lugar de Boston en el Este. Por el contrario, optaron por utilizar como  ratio decidendi  la valiosa aportación Trout a su equipo independientemente de las victorias o derrotas.  El resultado de la votación le hizo justicia a Trout que produjo, de una u otra manera, el 17% de las carreras de su equipo y no tuvo control de las aportaciones de sus compañeros. Por ello,  uno de los más sorprendidos por la votación fue el propio Trout que señaló que no lo podía creer, no porque dudara de sus logros, sino por la tendencia de los escritores a votar por un jugador de un equipo ganador. Inclusive, luego de conocer que había ganado el premio, expresó: “estoy viviendo una experiencia surrealista”.

Mookie Betts también hubiese sido un digno ganador del premio, pero sin restarle mérito, su equipo tuvo aportaciones significativas de David Ortiz, Dustin Pedroia, Xander Boggarts y Rick Porcello, entre otros. 

En resumidas cuentas, este año, y a todas luces, los criterios que utilizaron los votantes de la Nacional y de la Americana fueron diametralmente opuestos.

En Hora Buena para Trout porque, no solamente estamos en presencia del jugador más completo del béisbol, estamos en presencia de un jugador generacional y uno de los mejores de todos los tiempos.  A manera de ejemplo, y para concluir, a los 24 años (cumplió los 25 el 7 de agosto de 2016) produjo 51 jonrones más que Bonds a esa edad (168-117) y 28 más que Henry Aaron (168-140). En sus primeras cinco temporadas conectó 917 hits, 18 más que Pete Rose en sus primeros cinco años (917-899).

martes, 1 de noviembre de 2016

CORTOS DE LA SERIE MUNDIAL - SEGUNDA PARTE


En la victoria de los Cubs, 3-2, el lanzador que inició y perdió el juego por Cleveland, Trevor Bauer, lanzó cuatro entradas en las que permitió tres carreras. Con su actuación de anoche, Bauer se convirtió en el primer lanzador que inicia cuatro juegos en una postemporada y en ninguno de ellos tira cinco entradas completas.







Los Cubs consumieron 26 entradas ofensivas en los tres juegos que se celebraron en el Wrigley Field y en 23 de ellas, los lanzadores de Cleveland le colgaron ceros (26-23). Afortunadamente para los Cubs, en la cuarta entrada del juego de ayer (5to.), marcaron las tres carreras, que le permitieron derrotar a Cleveland, 3-2, y mantener vivas sus esperanzas.





Aroldis Chapman no solamente defendió la ventaja de una carrera, sino que se anotó un salvado de ocho outs. Ese fue el salvado de mas entradas lanzadas por Chapman (2 2/3), y a su vez en el que efectuó más lanzamientos (36).
Por esas curiosidades de la vida, solamente en una ocasión anterior, Chapman había trabajado más de dos entradas en un desafío; ello ocurrió el 9 de julio de este año cuando lanzaba para los Yankees y fue precisamente contra Cleveland. Ese juego se encontraba empate a seis carreras en la novena cuando con dos outs, Chapman entró a relevar y colgó el cero. El juego se extendió a entradas extras y los Yankees marcaron una carrera en la entrada once para ganar 7-6. Chapman se apuntó la victoria al colgar ceros en la décima y undécima entrada. En total lanzó 2 1/3 de entradas. ¿A quién relevó Chapman en la novena entrada? Para tristeza de los Yankees, a Andrew Miller. ¿Chapman relevando a Andrew Miller para ganarle a Cleveland? “¡Cosas veredes mi amigo Sancho!”