¡Utuado,
no va pa’ ningún lao’ este año porque no tiene “picheo”! Ese fue el estribillo que
esgrimieron los seguidores de la Pelota Doble A en la Región Norte, durante la
Serie Regular. Inclusive, la mayoría de
los fanáticos utuadeños, hicieron suyo dicho argumento y, más aún, lo pregonaron. Y es que Utuado, a través de su fascinante historial en el Béisbol Doble A, se ha
distinguido por contar con “Ases” del montículo. Entre ellos, Langue Rodríguez, cuyas
ejecutorias en el 1941 le trajeron el 1er
el Campeonato a la “Ciudad del Viví”; “Johnny” González y Gilberto Pagán, a
finales de los 50 y principio de los 60; Ernesto “Tito” González y Franki
Mercado, utuadeños que brillaron a mediados de los 60 y que estamparon su firma
para jugar Béisbol Profesional. Luego
vino el inmortal zurdo, Sandalio Quiñones, pieza clave en el 2do
Campeonato logrado por los “Montañeses” en el 1970; Antonio “Tony” Pabón, que
en el 1986 fue el As del montículo cuando Utuado obtuvo su 2do Sub Campeonato
Nacional. Antonio “Tonito” Acevedo se
cubrió de gloria en el 2007, cuando Utuado obtuvo su 3er Título Nacional; el profesional Juan Padilla condujo
a Utuado a su 3er Sub
Campeonato en el 2012.
Sin embargo,
el año pasado comenzó la transformación de un cuerpo monticular que le dio
muchos triunfos a Utuado; uno de los mejores lanzadores que ha producido
nuestro pueblo, Antonio “Tonito” Acevedo, fue cambiado a Humacao. Obviamente, el cambio de un lanzador utuadeño de la talla de “Tonito” generó
discusiones y controversias en nuestro pueblo que aún perduran. En ese canje,
Utuado obtuvo al zurdo Luis Cintrón, que ha militado en el equipo Nacional de
Puerto Rico. Como si lo anterior fuera
poco, durante la Temporada muerta, el nuevo apoderado de los “Montañeses”,
Adalberto “Beto” Rodríguez, y el Gerente General, Miguel “Guri” Salvá,
efectuaron cambios que trastocaron fundamentalmente la espina
dorsal del cuerpo monticular de nuestro equipo.
En ese proceso, Utuado se desprendió de los servicios de los zurdos Luis
Cintrón y Víctor Montes, de los derechos Lester Serrano y Gilberto “El Diache”
Ramos, y dejaron en libertad al veterano Edgardo Mercado. El único lanzador del Equipo Campeón de 2007
que permaneció en la plantilla lo fue el zurdo Ferdinand Rodríguez.
Con
excepción del zurdo Julio Díaz, que llegó desde Peñuelas en el cambio por
Gilberto Ramos, el cuerpo monticular de los “Montañeses” lució tambaleante durante
gran parte de la Temporada Regular. De
ahí, que el señalamiento de los fanáticos era validado por lo que ocurría en el
terreno del juego. A pesar de ello,
señalé en mis escritos que los nuevos lanzadores, Julio Díaz, Manuel Romero y
Jorge Batista, le darían victorias a los
“Montañeses” en su momento. Así
fue. Pero a medida que avanzaba la
temporada, se hacía imperioso fortalecer el “picheo”. Fue ahí que el apoderado de los “Montañeses”,
Adalberto “Beto” Rodríguez, su dirigente Hiram Ruiz y el adiestrador de
lanzadores, Wilson Reyes, se dieron a la tarea de efectuar una serie de cambios
que culminaron con la dramática transformación del cuerpo monticular. Uno de esos cambios trajo a José Heredia
desde Salinas; en ese cambio, Utuado se desprendió del jugador del cuadro
Jonathan Gelpí. Posteriormente,
obtuvieron a un relevista que ha sido un portento en el relevo largo,
intermedio y corto, el derecho Joel Rivera, quien militaba con el equipo de
Añasco; para obtenerlo Utuado cedió al lanzador José Irving Navarro y al
colegial Roberto Colón. En otra genial
movida adquirieron al juvenil lanzador Gabriel Cosme, que militaba en Santa
Isabel. En ese cambio, Utuado se desprendió
de los servicios del valioso receptor y excelente bateador, Félix Agosto y, del
lanzador Jovan Franco. Conjuntamente con
Cosme, pasó a Utuado el jugador del cuadro Ricardo Rodríguez. Pero Utuado cambió inmediatamente a Ricardo
Rodríguez a Yauco por el lanzador Luis Lafontaine. Además, firmaron al lanzador Luis Fonseca,
que había sido dejado libre por Comerío. Por último, se unió a las filas de los
“Montañeses”, el lanzador colegial Jean Carlos García. Lo anterior recoge, a grandes rasgos, cómo se
fueron gestando los cambios que transformaron el cuerpo monticular. Eventualmente, Manuel Romero, Julio Díaz,
José Heredia, Carlos Ortiz, Jorge Batista, Joel Rivera, Ferdinand Rodríguez,
Gabriel Cosme… comenzaron a expresarse
con sus brazos y Utuado entró, por fin, a la ruta ganadora.
Miguel
“Guri” Salvá, Adalberto “Beto” Rodríguez, Hiram Ruiz y Wilson Reyes, entre
otros, son los autores de esa transformación. Para ilustrar el magnífico
desempeño del cuerpo monticular, comparto con el lector, lo siguiente:
FINAL SECCIONAL
En la Final
Seccional, los lanzadores utuadeños enfrentaron a la fuerte artillería de los
“Arenosos” de Camuy. En el 2do
y 4to juego de esa serie, blanquearon 2 veces a Camuy con marcador
de 4 a 0 y 1 a 0, respectivamente. Julio
Díaz y Joel Rivera se combinaron para pintar de blanco a Camuy en el 2do
juego. Manuel Romero, José Heredia y
Ferdinand Rodríguez se combinaron para blanquear a Camuy en el 4to
juego. En el sexto y último partido de la
serie, los serpentineros utuadeños extendieron a 23 los ceros consecutivos que
le colgaron a Camuy en el Ramón Cabañas.
CARNAVAL DE CAMPEONES
En la 1ra fase del Carnaval de Campeones enfrentaron al equipo con el mejor record de Puerto
Rico, los “Cariduros” de Fajardo. En el
4to juego, Utuado venció a Fajardo, 4 a 1, y en el 5to, 2
a 1. Es decir, que en las 18 entradas, de
esos 2 partidos, le permitieron solamente 2 carreras a la sólida ofensiva de
Fajardo. Manuel Romero y Joel Rivera se
combinaron en el 4to partido para permitirle una sola carrera y 5 “hits”. En el 5to partido, Julio Díaz,
Joel Rivera y Ferdinand Rodríguez, le permitieron solamente 1 carrera y 6
incogibles. Como si ello fuera poco, en
el 1er juego de la Serie, el derecho José Heredia le permitió una
carrera limpia, y 3 incogibles a Fajardo en las 8 entradas que lanzó. El último de esos 3 incogibles se produjo en
la 2da entrada. Utuado,
eventualmente, eliminó a Fajardo en 7 reñidos encuentros y en cuyo triunfo el
cuerpo monticular de los “Montañeses” jugó un papel protagónico.
SEMI FINAL NACIONAL
En estos
momentos, Utuado enfrenta a los “Mets” de Guaynabo, equipo sólido en todas las
fases del juego. Los “Mets”, encabezados
por el guardabosque izquierdo Tomás Cátala (.446 Serie Regular), José Gerardo
León, Rafael Sánchez, Luis “Quirito” González, Rafa Maldonado, Heriberto
Santana…, poseen una de las mejores ofensivas a nivel nacional. Aun así, en los últimos dos juegos de la
Serie (3ro y 4to), los lanzadores de Utuado limitaron su
poderosa ofensiva a 1 carrera limpia y 7
incogibles en 17 entradas. El
viernes, en el 3er juego de la Serie, José Heredia permitió 3
carreras inmerecidas en la 1ra entrada y Guaynabo solamente le
conectó 4 “hits”, el último de ellos en la 3ra entrada; lanzó la
ruta completa. El pasado sábado, Manuel
Romero les permitió solamente 1 carrera y 2 incogibles, en 7 1/3
de entrada. Joel Rivera lo relevó y
permitió un “hit” sin carreras, para salvar el juego y de paso, darle el
triunfo a Utuado, 5 a 1; con ello, el empate en la Serie. En los 4 partidos de la Serie, el bateo colectivo
de Guaynabo es de .197.
Las
brillantes actuaciones de los lanzadores provocaron que las críticas de los fanáticos
del Norte se fueran evaporando y desaparecieran los cuestionamientos de los
fanáticos utuadeños.
El dirigente
Hiram Ruiz, el “coach” de lanzadores Wilson Reyes y el receptor Juan Medina, son
piezas claves en esta metamorfosis. Hiram
le inspiró confianza a sus lanzadores y éstos ejecutan responsablemente el rol
que les encomienda. Es menester resaltar
que, en estos primeros 4 juegos frente a Guaynabo, ha utilizado a 4 iniciadores
distintos, Jorge Batista, Julio Díaz, José Heredia y Manuel Romero. Pocos equipos en Puerto Rico pueden darse ese
lujo. Wilson Reyes, adiestrador de
lanzadores, se encarga de seleccionar los lanzamientos que ejecutan y Juan
Medina es una muralla detrás del plato; su labor defensiva pasa desapercibida en muchas ocasiones
porque la mirada del fanático se centra en sus kilométricos batazos (9
cuadrangulares en el año).
Definitivamente,
la “mágica transformación” del
cuerpo monticular es una obra maestra porque gran parte de la misma se gestó
sobre la marcha. Ello, unido a la
entrega total de los jugadores de posición, colocaron a Utuado, contra todos los
pronósticos, entre los 4 finalistas.
Una vez más,
los fanáticos utuadeños nos quitamos el sombrero ante la cría demostrada por
los jugadores y la forma tan gallarda y decorosa con que representan los
colores de nuestro pueblo. Utuado,
equipo bandera del Béisbol Doble A, escribe, de esta manera, otra página gloriosa en su rico historial.