miércoles, 13 de agosto de 2014

LA MAGISTRAL TRANSFORMACIÓN DEL CUERPO MONTICULAR DE LOS “MONTAÑESES”

¡Utuado, no va pa’ ningún lao’ este año porque no tiene “picheo”!  Ese fue el estribillo que esgrimieron los seguidores de la Pelota Doble A en la Región Norte, durante la Serie Regular.  Inclusive, la mayoría de los fanáticos utuadeños, hicieron suyo dicho argumento y, más aún, lo pregonaron.  Y es que Utuado, a través de su fascinante  historial en el Béisbol Doble A, se ha distinguido por contar con “Ases” del montículo.  Entre ellos, Langue Rodríguez, cuyas ejecutorias en el 1941 le trajeron el 1er el Campeonato a la “Ciudad del Viví”; “Johnny” González y Gilberto Pagán, a finales de los 50 y principio de los 60; Ernesto “Tito” González y Franki Mercado, utuadeños que brillaron a mediados de los 60 y que estamparon su firma para jugar Béisbol Profesional.  Luego vino el inmortal zurdo, Sandalio Quiñones, pieza clave en el 2do Campeonato logrado por los “Montañeses” en el 1970; Antonio “Tony” Pabón, que en el 1986 fue el As del montículo cuando Utuado obtuvo su 2do  Sub Campeonato Nacional.  Antonio “Tonito” Acevedo se cubrió de gloria en el 2007, cuando Utuado obtuvo su 3er Título Nacional; el profesional Juan Padilla condujo a Utuado a su 3er Sub Campeonato en el 2012.
Sin embargo, el año pasado comenzó la transformación de un cuerpo monticular que le dio muchos triunfos a Utuado; uno de los mejores lanzadores que ha producido nuestro pueblo, Antonio “Tonito” Acevedo, fue cambiado a Humacao.  Obviamente, el cambio de un lanzador utuadeño de la talla de “Tonito” generó discusiones y controversias en nuestro pueblo que aún perduran. En ese canje, Utuado obtuvo al zurdo Luis Cintrón, que ha militado en el equipo Nacional de Puerto Rico.  Como si lo anterior fuera poco, durante la Temporada muerta, el nuevo apoderado de los “Montañeses”, Adalberto “Beto” Rodríguez, y el Gerente General, Miguel “Guri” Salvá, efectuaron cambios que trastocaron fundamentalmente  la  espina dorsal del cuerpo monticular de nuestro equipo.  En ese proceso, Utuado se desprendió de los servicios de los zurdos Luis Cintrón y Víctor Montes, de los derechos Lester Serrano y Gilberto “El Diache” Ramos, y dejaron en libertad al veterano Edgardo Mercado.  El único lanzador del Equipo Campeón de 2007 que permaneció en la plantilla lo fue el zurdo Ferdinand Rodríguez.
Con excepción del zurdo Julio Díaz, que llegó desde Peñuelas en el cambio por Gilberto Ramos, el cuerpo monticular de los “Montañeses” lució tambaleante durante gran parte de la Temporada Regular.  De ahí, que el señalamiento de los fanáticos era validado por lo que ocurría en el terreno del juego.  A pesar de ello, señalé en mis escritos que los nuevos lanzadores, Julio Díaz, Manuel Romero y Jorge Batista,  le darían victorias a los “Montañeses” en su momento.  Así fue.  Pero a medida que avanzaba la temporada, se hacía imperioso fortalecer el “picheo”.  Fue ahí que el apoderado de los “Montañeses”, Adalberto “Beto” Rodríguez, su dirigente Hiram Ruiz y el adiestrador de lanzadores, Wilson Reyes, se dieron a la tarea de efectuar una serie de cambios que culminaron con la dramática transformación del cuerpo monticular.  Uno de esos cambios trajo a José Heredia desde Salinas; en ese cambio, Utuado se desprendió del jugador del cuadro Jonathan Gelpí.  Posteriormente, obtuvieron a un relevista que ha sido un portento en el relevo largo, intermedio y corto, el derecho Joel Rivera, quien militaba con el equipo de Añasco; para obtenerlo Utuado cedió al lanzador José Irving Navarro y al colegial Roberto Colón.  En otra genial movida adquirieron al juvenil lanzador Gabriel Cosme, que militaba en Santa Isabel.  En ese cambio, Utuado se desprendió de los servicios del valioso receptor y excelente bateador, Félix Agosto y, del lanzador Jovan Franco.  Conjuntamente con Cosme, pasó a Utuado el jugador del cuadro Ricardo Rodríguez.  Pero Utuado cambió inmediatamente a Ricardo Rodríguez a Yauco por el lanzador Luis Lafontaine.  Además, firmaron al lanzador Luis Fonseca, que había sido dejado libre por Comerío. Por último, se unió a las filas de los “Montañeses”, el lanzador colegial Jean Carlos García.  Lo anterior recoge, a grandes rasgos, cómo se fueron gestando los cambios que transformaron el cuerpo monticular.  Eventualmente, Manuel Romero, Julio Díaz, José Heredia, Carlos Ortiz, Jorge Batista, Joel Rivera, Ferdinand Rodríguez, Gabriel Cosme…  comenzaron a expresarse con sus brazos y Utuado entró, por fin, a la ruta ganadora.
Miguel “Guri” Salvá, Adalberto “Beto” Rodríguez, Hiram Ruiz y Wilson Reyes, entre otros, son los autores de esa transformación. Para ilustrar el magnífico desempeño del cuerpo monticular, comparto con el lector, lo siguiente:
FINAL SECCIONAL
En la Final Seccional, los lanzadores utuadeños enfrentaron a la fuerte artillería de los “Arenosos” de Camuy.  En el 2do y 4to juego de esa serie, blanquearon 2 veces a Camuy con marcador de 4 a 0 y 1 a 0, respectivamente.  Julio Díaz y Joel Rivera se combinaron para pintar de blanco a Camuy en el 2do juego.  Manuel Romero, José Heredia y Ferdinand Rodríguez se combinaron para blanquear a Camuy en el 4to juego.  En el sexto y último partido de la serie, los serpentineros ­utuadeños extendieron a 23 los ceros consecutivos que le colgaron a Camuy en el Ramón Cabañas.
CARNAVAL DE CAMPEONES
En la 1ra fase del Carnaval de Campeones enfrentaron al equipo con el mejor record de Puerto Rico, los “Cariduros” de Fajardo.  En el 4to juego, Utuado venció a Fajardo, 4 a 1, y en el 5to, 2 a 1.  Es decir, que en las 18 entradas, de esos 2 partidos, le permitieron solamente 2 carreras a la sólida ofensiva de Fajardo.  Manuel Romero y Joel Rivera se combinaron en el 4to partido para permitirle una sola carrera y 5 “hits”.  En el 5to partido, Julio Díaz, Joel Rivera y Ferdinand Rodríguez, le permitieron solamente 1 carrera y 6 incogibles.  Como si ello fuera poco, en el 1er juego de la Serie, el derecho José Heredia le permitió una carrera limpia, y 3 incogibles a Fajardo en las 8 entradas que lanzó.  El último de esos 3 incogibles se produjo en la 2da entrada.  Utuado, eventualmente, eliminó a Fajardo en 7 reñidos encuentros y en cuyo triunfo el cuerpo monticular de los “Montañeses” jugó un papel protagónico. 
SEMI FINAL NACIONAL
En estos momentos, Utuado enfrenta a los “Mets” de Guaynabo, equipo sólido en todas las fases del juego.  Los “Mets”, encabezados por el guardabosque izquierdo Tomás Cátala (.446 Serie Regular), José Gerardo León, Rafael Sánchez, Luis “Quirito” González, Rafa Maldonado, Heriberto Santana…, poseen una de las mejores ofensivas a nivel nacional.  Aun así, en los últimos dos juegos de la Serie (3ro y 4to), los lanzadores de Utuado limitaron su poderosa ofensiva a 1 carrera limpia y 7 incogibles en 17 entradas.  El viernes, en el 3er juego de la Serie, José Heredia permitió 3 carreras inmerecidas en la 1ra entrada y Guaynabo solamente le conectó 4 “hits”, el último de ellos en la 3ra entrada; lanzó la ruta completa.  El pasado sábado, Manuel Romero les permitió solamente 1 carrera y 2 incogibles, en 7 1/3 de entrada.  Joel Rivera lo relevó y permitió un “hit” sin carreras, para salvar el juego y de paso, darle el triunfo a Utuado, 5 a 1; con ello, el empate en la Serie.  En los 4 partidos de la Serie, el bateo colectivo de Guaynabo es de .197.
Las brillantes actuaciones de los lanzadores provocaron que las críticas de los fanáticos del Norte se fueran evaporando y desaparecieran los cuestionamientos de los fanáticos utuadeños. 
El dirigente Hiram Ruiz, el “coach” de lanzadores Wilson Reyes y el receptor Juan Medina, son piezas claves en esta metamorfosis.  Hiram le inspiró confianza a sus lanzadores y éstos ejecutan responsablemente el rol que les encomienda.  Es menester resaltar que, en estos primeros 4 juegos frente a Guaynabo, ha utilizado a 4 iniciadores distintos, Jorge Batista, Julio Díaz, José Heredia y Manuel Romero.  Pocos equipos en Puerto Rico pueden darse ese lujo.  Wilson Reyes, adiestrador de lanzadores, se encarga de seleccionar los lanzamientos que ejecutan y Juan Medina es una muralla detrás del plato; su labor defensiva pasa desapercibida en muchas ocasiones porque la mirada del fanático se centra en sus kilométricos batazos (9 cuadrangulares en el año).
Definitivamente, la “mágica transformación” del cuerpo monticular es una obra maestra porque gran parte de la misma se gestó sobre la marcha.  Ello, unido a la entrega total de los jugadores de posición, colocaron a Utuado, contra todos los pronósticos, entre los 4 finalistas. 

Una vez más, los fanáticos utuadeños nos quitamos el sombrero ante la cría demostrada por los jugadores y la forma tan gallarda y decorosa con que representan los colores de nuestro pueblo.  Utuado, equipo bandera del Béisbol Doble A, escribe, de esta manera, otra página gloriosa en su rico historial.