Florida eliminó a Utuado vía
barrida (4-0) en la Final del Norte. Sin embargo, durante la insólita barrida,
“Los Montañeses” demostraron su enorme y esperanzador potencial para las
venideras campañas. Tildo de insólita la barrida de los “Titanes” porque como
norma, el equipo que barre una serie debe dominar los aspectos importantes del
juego: bateo, picheo y defensa. Si no domina el bateo, debe dominar el picheo.
Por ende, ganar una serie vía barrida sin dominar ni el bateo ni el picheo es
inusual e insólito. Pues sepan que Utuado dominó a Florida en bateo y picheo.
¿Cóóómo? Así fue. Por ello, mi adjetivo, insólita barrida. Veamos.
Ofensiva
En los últimos
tres juegos, Utuado bateó más “hits” que Florida (12-11, 15-8 y 12-8). En esos tres desafíos, Utuado conectó 39
incogibles contra 27, Florida. Aun así, Florida ganó esos tres
juegos (7-4, 7-6 y 7-6) porque 12 de las 21 carreras que anotaron fueron
inmerecidas. Sí, el 57% de esas 21 carreras se produjeron gracias al desplome
defensivo de Utuado que venía de cometer solamente dos errores en la semifinal
frente a Camuy.
El promedio de
bateo de Utuado en la serie fue de .295 contra .290 de Florida. Se conectaron
tres jonrones que salieron de los bates de “Toño” Candelaria (2) y Ángel Boria
(1); Florida no conectó jonrones. Utuado conectó más extrabases que Florida
(10-9). También, Utuado superó a Florida en “slugging” (.404 contra .359).
Además de esas irrefutables estadísticas, los que vieron la serie fueron
testigos de los múltiples batazos sólidos de los “Montañeses” que, por “mala
suerte”, fueron a parar a los guantes del contrario o capturados por las joyas
defensivas de Florida.
Picheo
El promedio de
efectividad del cuerpo monticular de Utuado (4.24) fue superior al de Florida
(4.50). En la serie, Florida anotó 27 carreras y Utuado 18. Sin embargo, todas
las carreras permitidas por los lanzadores de Florida (18), fueron limpias;
mientras que 11 de las 27 carreras permitidas por los lanzadores de Utuado
fueron inmerecidas. En otras palabras, a los lanzadores de Florida le anotaron
18 carreras limpias y a los de Utuado 16. Peor aún, las 11 carreras inmerecidas
que anotó Florida en la serie decidieron los últimos tres juegos. Los
lanzadores de Utuado poncharon 22 contra 20, los de Florida. A los lanzadores
de Florida le batearon más “hits” (43) que a los de Utuado (38).
Entonces, la
pregunta obligada es: ¿por qué Utuado no pudo ganar ni un solo juego en la
serie? Respuesta: se desplomó su defensiva, no batearon oportunamente,
sobresalió la defensa de Florida y la Dama de la Fortuna estuvo en el lado de
los “Titanes”. Iniciando la serie, Utuado sufrió la baja de su valioso receptor
Derek Santana al sufrir la fractura en un dedo. Para incrementar el maleficio
de los “Montañeses", a mediados del tercer juego, se lesionó el receptor
colegial Adbiel Morales (“hamstring”). Fueron bajas sensibles y protagónicas
por la importante posición que defendían. Como si ello fuera poco, Utuado bateó
para un raquítico .111 con corredores en posición de anotar. Mientras Florida
se crecía en los momentos apremiantes al batear para .375 con corredores en
posición de anotar. De hecho, Utuado dejó en tercera y segunda, las carreras
del empate y la victoria en la novena entrada de los juegos 3 y 4. Para
incrementar la mala fortuna, cuando en los momentos claves los “Montañeses" producían buenos batazos caían en los guantes de
los “Titanes”.
Defensa
Florida dominó
ampliamente el importante renglón defensivo. Ese fue el elemento decisivo en la
serie. La hermética defensa de los "Titanes", asestó la estocada, el “Jaque
Mate” de la barrida.
Aun cuando
Florida se vio obligada a utilizar a Francisco Tirado en tercera y a
su bateador designado, Ángel “el Gallo” Rosa, en primera, el juego defensivo de
ambos fue espectacular y clave. Florida cometió solamente dos errores en la
serie, ambos del campocorto Gaby Roa y ninguno de ellos produjo carreras para
Utuado. Por su parte, los Montañeses cometieron 12 errores, los que aprovechó
Florida para anotar 11 carreras sucias. Los errores fueron claves en los
últimos tres juegos, que muy bien pudieron ganar los Montañeses. En el segundo
juego, dos errores defensivos en la cuarta entrada fue capitalizado por Florida,
para marcar tres carreras decisivas. En el tercer juego tres errores de la
defensa montañez le dieron la victoria a Florida.
Pero fue en el
cuarto juego donde la defensa de Utuado sentenció la barrida. Un error (en
tiro) del eficiente Ramón Agosto en la misma primera entrada provocó que
Florida anotara cuatro carreras sucias. Pero ello no quedó ahí. En
la cuarta entrada, Florida anotó bizarramente su séptima y decisiva carrera en
una jugada que ilustró el desplome defensivo de los “Montañeses”. A la altura
de la cuarta entrada corría en primera con dos “outs”, Gaby Ayala y bateaba en
conteo de dos bolas y un “strike”, Ángel “el Gallo” Rosa. Lanzaba por Utuado,
Allan Sánchez. Y, ante las lesiones de Derek Santana y Aby Morales, fungía como
receptor el tercera base y guardabosque Emanuel “el Gringo” García. El próximo
lanzamiento fue bola, lo que colocó el conteo del “Gallo” Rosa en tres bolas y
un “strike” (3-1). Ahí fue que comenzó la “bizarra jugada”. Gaby Ayala,
creyendo que Rosa había recibido base por bolas, se fue caminando de primera
para segunda; un error mental del contrario que debió capitalizar Utuado para
cerrar la entrada en cero. El receptor García se percató del error mental de
Ayala, se adelantó a la loma de lanzar y lo atrapó entre primera y segunda.
Ayala optó por seguir para segunda y daba la impresión que lo sacarían "a
media calle". Pero, el tiro de García fue altísimo y la bola fue a parar a
la pradera central. Ayala siguió para tercera, mientras en el central Luis
Cortés mofaba la bola varias veces antes de devolverla al cuadro. El “coach” de
tercera base de Florida, le ordenó a Ayala detenerse y éste se detuvo
momentáneamente. Cuando el tiro de Cortés fue recibido por “Toño” Candelaria
detrás de la loma de lanzar, Ayala emprendió carrera para el plato en otro
corrido que aparentaba ser suicida. Al percatarse, “Toño” hizo un tiro al plato
que, de haber sido certero, “le hubiese hecho un homenaje” esta vez en el
“Home” a Gaby Ayala. Lamentablemente, el tiro de “Toño"
fue errático y paró contra la pared de las gradas. Nunca había visto una
secuencia de jugadas tan erráticas como ésta; un error mental del contrario
acompañado por tres errores de la defensa. Después de todo, "en el béisbol
no todo está escrito”.
A todas luces, Utuado muy bien pudo haber ganado tres de los cuatro
juegos, pero ese es el béisbol. Como reza el adagio: “El que va a ganar no
pierde y viceversa”.
Ahora bien, me
quito el sombrero y aplaudo, puesto de pie al talentoso y prometedor equipo de
los “Montañeses”. Los jóvenes Derek Santana, Jorge Guzmán, Abdiel Rodríguez,
Adbiel Morales, Emanuel Ríos, Ramón Agosto, Kevin Rolón, Emanuel García,
Fernando Ortiz... son los rostros entre los jugadores de posición del enorme potencial de los Montañeses. Por su parte, los jóvenes lanzadores de mucha
valía, Emanuel Reyes,
Chris Galarza, Jaime García, Mathew Montero, Allan Sánchez, Gabriel Rosado, Ian
Torres, Luis Mercado y Ricardo López…, deben guiar a los “Montañeses” al
Carnaval de Campeones, el año que viene.
Ciertamente, los
“Montañeses” nos brindaron alegrías y entusiasmo en el 2019. Felicito a su
apoderado Rafael Juarbe Pagán, a la Junta de Directores y al cuerpo técnico por
el excelente trabajo. Ahora nos corresponde a nosotros, los fanáticos,
respaldar económicamente a un equipo tan promisorio. ¡¡¡EN HORA BUENA!!!