Los Bravos de
Cidra le infligieron tres derrotas a los Montañeses de Utuado en los primeros tres
juegos de la Final Nacional, con marcadores de cinco carreras por tres (5 x
3); dos carreras por una (2 x 1) y cinco
carreras por una (5 x 1), respectivamente.
Utuado tuvo varias
oportunidades para alzarse con el triunfo en los primeros dos desafíos, pero no
pudieron producir ofensivamente en los momentos importantes (“clutch”). En el primer desafío (5 x 3), los Montañeses dejaron
once corredores en base y en el segundo (2 x 1) dejaron diez corredores en base. Como podemos ver, en estos desafíos, que se
decidieron por dos carreras y por una carrera, respectivamente, Utuado dejó
veintiún corredores en base.
Un error que no va
a los libros, del campo corto de Utuado, Carlos Claudio y la mala fortuna en un
batazo del receptor Juan Medina, privaron a Utuado de alzarse con el triunfo en
el primer desafío. Veamos. En la parte baja de la quinta entrada y con
un “out” marcado en la pizarra, corría en primera base por Cidra Eduardo Dávila
y bateaba Juan Carlos Díaz; en uno de los lanzamientos, Dávila salió al robo de
la segunda base y el receptor de Utuado, Juan Medina, hizo un certero disparo a
la segunda almohadilla y cuando todo aparentaba que Dávila sería fusilado, el
campo corto de Utuado, Carlos Claudio, perdió la bola, lo que permitió que
Dávila se estafase la base. En esa
jugada, no se le anotó error a Claudio, ya que Dávila había salido al robo. Acto seguido, Juan Carlos Díaz conectó de
“hit” para empujar a Dávila. Luego de ello, “Tonito” Acevedo ponchó a Aldo
Méndez. Ese ponche hubiese significado el tercer “out” de la entrada. De haber
recibido Claudio el tiro cómodo de Medina la entrada hubiese cerrado en
cero. Posteriormente, en esa extendida
entrada, Nick Ortiz conectó un cuadrangular con Carlos Díaz en base. Las tres carreras que marcó Cidra, en esa
quinta entrada resultaron ser decisivas.
Por otro lado, en
la séptima entrada, y con tres corredores en base y dos “outs”, el receptor de
Utuado, Juan Medina, conectó una línea sólida hacia el bosque izquierdo pero
desafortunadamente para Utuado la bola fue a parar directamente a donde estaba
situado el guardabosque izquierdo de Cidra José “Caco” Vázquez, quien capturó
la misma. De haber llevado esa línea una
trayectoria un poco a la izquierda o a la derecha del fieldeador se hubiese convertido
en un extrabase que le hubiera permitido tomar el comando del desafío a Utuado,
por cuanto por haber dos “outs” los corredores salieron con el lanzamiento y el
que corría en esos momentos en primera base lo era el veloz Alex Oliveras.
El segundo partido
también fue uno repleto de emociones y alternativas. El derecho Juan Padilla (Utuado) lanzó
magistralmente las nueve entradas del desafío en las que apenas le permitió dos
carreras a la fuerte artillería de Cidra.
Las dos carreras de Cidra se produjeron en la cuarta entrada por un
cuadrangular del receptor Edgar Hernández con un corredor (“Caco” Vázquez) a
bordo. Utuado por su parte había marcado
su primera y única carrera en el desafío en la segunda entrada, cuando Luis
Cortés le conectó un sencillo al iniciador de Cidra, Luis Castrodad, con el
cual empujó a Ián Texidor, quien corría en la segunda base. En la sexta entrada Utuado amenazó cuando
colocó dos corredores en base, con dos “outs”, pero no pudo marcar. Nuevamente en la séptima entrada, Utuado
colocó dos corredores en base con un solo “out” pero tampoco pudo anotar. La amenaza mayor se suscitó en la octava
entrada en la que los Montañeses colocaron tres corredores en base con un solo
“out”, pero el relevista de Cidra, Reinaldo Ortiz, silenció la ofensiva de
Utuado al ponchar al emergente Isbal Davis y a Luis Cortés. El cero propinado por Reinaldo Ortiz fue
decisivo en el desenlace de ese segundo partido.
En el tercer
juego, el derecho Ángel “el Bebé” Cruz, lanzó una joya e inclusive, coqueteó
con un juego sin “hits” y sin carreras, ya que el primer y único incogible
(doble) que permitió, salió del bate de Olvin Laureano cuando habían dos “outs”
colgados en la octava entrada. El único
lanzador que ha logrado tirar un juego sin “hits” y sin carreras en un juego de
una Serie Final Nacional lo fue Bey García Marrero, cuando en el 1966 lanzando
por Vega Alta no le permitió libertades a los Polluelos de Aibonito.
En estos primeros
tres desafíos el cuerpo montícular de Cidra ha frenado la ofensiva de
Utuado. Sus tres iniciadores, Juan
Carlos Burgos, Luis Castrodad y Ángel “el Bebé” Cruz, se han apuntado los
triunfos. Por su parte, los relevistas
de Cidra encabezados por Reinaldo Ortiz (dos salvados), no le han permitido
carreras a Utuado. La ofensiva de Utuado
batea colectivamente para un raquítico .190.
Los iniciadores
utuadeños Antonio “Tonito” Acevedo, Juan Padilla y Víctor Montes, han cargado
con las tres derrotas.
El campo corto de
Cidra, Nick Ortiz, ha sido puro veneno para los lanzadores de Utuado, ya que ha
conectado cinco incogibles en ocho turnos oficiales (8-5, .625) entre ellos dos
cuadrangulares, José “Caco” Vázquez
batea para .667 (9-6). En la Serie se han conectado cuatro cuadrangulares y
todos han salido de los bates de Cidra: Nick Ortiz (2), Asbel Ortiz (1) y Edgar
Hernández (1).
Por Utuado, el
único que ha sobresalido a la ofensiva lo es Olvin Laureano quien batea para
.444 (9-4).
El cuarto partido
de la Serie se celebrará el próximo viernes, 28 de septiembre, en el Parque
Ramón Cabañas de Utuado. Previo al
inicio del partido, la gerencia de los Montañeses ha designado a la jovencita
Adriana Díaz para el lance de honor.
Adriana es la Campeona de Puerto Rico en la categoría Sub-13, en el
Tenis de Mesa. También ha obtenido
grandes triunfos a nivel internacional; se proclamó Campeona del Caribe, Sub-13
en el Torneo celebrado en República Dominicana en el 2011, cuando a penas tenía diez años de edad. El lance de honor lo recibirá Iván Santos,
Presidente de la Federación de Tenis de Mesa de Puerto Rico. Utuado ha sido bautizado como la Capital del
Tenis de Mesa en Puerto Rico.
Los invito, pues,
a que acudan este próximo viernes al Ramón Cabañas, a presenciar el cuarto
partido de la Final Nacional. Utuado
está de espalda a la pared por lo que solamente tiene una opción… ganar. Precisamente, Cidra, se recuperó de una
desventaja de tres por cero frente a Guayama.
Utuado tiene el potencial para hacerlo, aunque reconozco que la cuesta
es empinada. Ahora bien, como dice el
inmortal Yogi Berra “el juego no se acaba hasta que no se acaba” (“It´s not
over, till is over”).