Por:
Rafael Juarbe Pagán
Felicitando
al periodista deportivo, con especial cariño
a
Toñito De Jesús Cubano y a Manuel Lulo García,
Obreros incansables de la información deportiva
de
nuestro pueblo.
Y
sin duda a Ángel Juarbe De Jesús,
a
quién dedico estas líneas.
¨Porque
la cosa más fuerte que posee el beisbol,
Son sus ayeres¨
Lawrence Ritter
En
una usual y común tertulia mañanera en nuestro pueblo de Utuado, se escuchan
con facilidad conversaciones llenas de un alto contenido emocional, una
fanaticada encendida a la espera del desenlace final de temporada de nuestro
muy arraigado beisbol Doble A y nuestro equipo los Montañeses. Cada diálogo
amarra de identidad y pertenencia nuestra realidad de pueblo. El nivel de calidad de estos frecuentes intercambios
de opinión se lustran por el matiz espontáneo y pasional, pero sobre todo en
nuestro pueblo, no por casualidad, por un gran nivel de conocimiento y
sabiduría de aspectos técnicos y especializados del llamado Deporte Rey.
Un
elemento indispensable del crecimiento de cualquier deporte estará siempre ligado
al crecimiento intelectual de sus seguidores. Nos encontramos en la era del
conocimiento, siendo dicho recurso más importante, incluso, que el propio
dinero o los recursos materiales; donde el saber es, y seguirá siendo, la
materia prima principal de desarrollo.
Es
importante tener buenos peloteros para un equipo como el conocimiento de éstos
y sus seguidores del deporte que practican para su potencial progreso, tanto
dentro como fuera del terreno. Para nutrir dicho conocimiento pretendo reconocer
una ficha que es pieza clave del desarrollo deportivo, cultural y social de
nuestro querido equipo de los Montañeses de Utuado, y protagonista indiscutible
de todos sus logros. Me refiero, con profundo sentido de admiración, respeto y
amor, a mi tío Ángel “¨Jun¨” Juarbe De Jesús. Es la primera vez que dedico
líneas públicamente para escribir de algún familiar. Las circunstancias que
vivimos como pueblo lo ameritan sin posposición.
Escuchando,
religiosamente, cada transmisión de nuestro equipo resalta con precisión cada
comentario debidamente analizado y estudiado con cautela, por parte,
principalmente, del cada vez más imprescindible ¨Jun¨, de quién desde antes de
la adolescencia ha cargado bajo su brazo, una libreta de anotaciones. Esas
hojas de anotaciones han sido pieza fundamental en el desarrollo del beisbol y sirven
a diario como herramienta de análisis para conocer más nuestro elenco deportivo.
Fue
precisamente el primer cronista, analista, crítico y comentarista de beisbol
conocido o reconocido, Henry Chadwick, quien creó las hojas de anotaciones,
publicadas por primera vez en el ¨Clipper de Nueva York¨, en 1859. Los primeros
datos de jugadores fueron tomados por Chadwick recopilando información de la
altura, peso y datos biográficos, brindando información que al día de hoy sirven
de guía para los historiadores deportivos. Su autoridad era tal que en muchas
ocasiones algunos anotadores e incluso árbitros, suspendían momentáneamente el
juego para consultarle una regla o una jugada.
El
cronista o analista deportivo siempre ha sido una persona muy respetada. Tanto así,
que aunque limitado a la cobertura escrita, desde el año 1962 se ha
institucionalizado el premio JG Taylor Spink otorgado por la Asociación de
Escritores de Béisbol de América (BBWAA) para escritores, analistas y
comentaristas, en conjunto con la selección de miembros al Salón de la Fama de
Cooperstown.
La
autoridad de escritores y analistas ha sido necesaria para el desarrollo de
todos los deportes. Su importancia y conocimiento son determinantes en la toma
de decisiones trascendentales y en la puntual evolución deportiva. Fueron
precisamente los analistas organizados los que promovieron la exaltación al
Salón de la Fama de nuestro Roberto Clemente en 1973, creando el precedente de
considerar a un jugador el año posterior a su muerte, añadiendo la regla que
codificó esta política de allí en adelante, previo al cumplimiento de los 5
años reglamentarios. Más recientemente ha sido la influencia de éstos, para
bien o para mal, lo que ha definido el debate y la creación de normas sobre la
revisión de jugadas a través de medios electrónicos o sobre el dopaje por parte
de peloteros. Estos son algunos datos que reflejan la importancia innegable de
quienes dedican sus energías a ofrecer, comentar y analizar la información
necesaria para una mejor comprensión deportiva.
La
aportación de todo cronista o analista es precisamente tener la capacidad de
poder diluir las cosas para ver cómo funcionan. Aunque las responsabilidades y
tareas en el mundo moderno cambian y evolucionan con sorprendente rapidez, el
analista sigue siendo una persona indispensable en cualquier departamento informático.
Es quien determina el problema concreto que debe solucionarse y traza las
líneas generales de cómo debe resolverse.
Los
utuadeños podemos presumir de contar con el más distinguido conocedor y
exponente de beisbol, no tan solo de nuestro país, sino de una calidad que se
puede exhibir entre los mejores en el ámbito mundial. Sería un representante
obligado de nuestro seleccionado nacional si en esta época olímpica dicho
quehacer se considerase un deporte. Sus cualidades no dejan de sorprender.
Deslumbra por los detalles y la información que maneja, administra y exhibe, y
por su capacidad descriptiva sencilla, pero a su vez elegante y desenvuelta, con
alto contenido y calidad literaria. Realmente da gusto escucharlo por el amor y
la entrega que dedica, estudiando horas y horas a diario sólo para ofrecernos
la más granada información, incluso con datos que sorprenden a sus propios
autores. Hay quienes pensamos que no duerme. Sabe, en la mayoría de las veces, más
del pelotero que el pelotero mismo. Parafraseando a Arthur Daley, el es capaz
de devorar todo un set de estadísticas con insaciable apetito, para después
salir en busca de más.
¨Jun¨
Juarbe se ha ganado con afán, esmero, dedicación y capacidad impecable el
reconocimiento de todo un país, por su gran exposición diaria en los más
destacados programas deportivos, sin abandonar sus raíces de utuadeño,
manteniendo sus añoranzas con su afanado equipo, devolviéndole con creces el
legado de su historia de vida desde sus años de niñez junto a su padre (mi abuelo),
El Rubio.
Sin
duda Utuado tiene un patrimonio nacional. Su entrega a Utuado no permite su
exilio aunque las ofertas para su extradición son infinitas y sus posibilidades
de reconocimiento más allá de nuestras fronteras lo pretendan enamorar. Ni la congénita
fatiga lo distancia. Por requerimiento médico duerme en Arecibo y por exigencias
emocionales se obliga al eterno retorno diario a su pueblo.
Sus
energías contagian. Promueve la más refinada información, poniendo a
disposición, sin egoísmo y de manera gratuita, su conocimiento y análisis
deportivo; con la única intención de seguir desarrollando la capacidad intelectual
de una fanaticada que resulta cada día más necesaria para convertirnos en el
jugador adicional que todo equipo requiere para poder ofrecer resultados
exitosos. ¨Jun¨, como docente deportivo, nos convida a seguir puliéndonos en el
beisbol, permitiendo ser, como fanáticos, lo suficientemente comprensivos pero
a la vez exigentes, en el insaciable objetivo de cosechar victorias a nivel deportivo
y social.
Es
una institución. Por ello es merecedor del premio a la tenacidad, al
desprendimiento, a la calidad y honradez intelectual, valores necesarios para
la construcción de nuevos senderos en un mundo cada vez más amenazante. Más que
escribir con el amor de sobrino, escribo como un utuadeño orgulloso de contar
entre las filas de nuestros Montañeses con el lujo de tan distinguido representante
en cada espacio que participa, exhibiendo los valores que nos hacen grandes,
confiando plenamente en el dominio de los temas a tratar.
Si
alguien posee un galardón que se exhibe de boca en boca, a veces ingrato y
otras con grandes gratificaciones, lo será siempre el analista deportivo,
porque en cada conversación, de alguna manera, está presente, influyendo en el
diálogo popular, llenando de contenido e información a la gente.
Por
asumir dicho rol, como lo hace, sólo me resta agradecer su permanente labor. Por
crear las condiciones para que nuestro equipo siga alumbrando. Por entrenar a
diario a ese jugador adicional que requieren los pueblos con espíritu de
campeones. Por ser motor de una fanaticada que sorprende y que ha sido, en ese
amplio salón de clase, tu estudiantado predilecto, llenando cada espacio
deportivo de sabiduría.
¨Jun¨,
tío ¨Jun¨, tu galardón será exhibido siempre, en homenaje constante, en nuestro
salón de la fama cotidiano, de la manera más democrática y genuina posible, sin
aspavientos, en cada rincón y en cada conversación; como cosecha de la
institución deportiva que representas en nuestro país y sobre todo en nuestro
pueblo.
Por
muchos años de tu presencia y por el desarrollo de nuevos retoños de lo que
eres y simbolizas, seguimos tu legado con esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario