jueves, 17 de mayo de 2012

EL REY DEL PONCHE

El pasado viernes, 11 de mayo de 2012, el lanzador derecho de los “Cariduros” de Fajardo, Jean Félix Ortega, ponchó a 20 bateadores de los “Halcones” de Gurabo.  Ortega se quedó a ley de uno para empatar la marca de más ponches en un juego de Béisbol Doble A, que es de veintiuno (21) y está en poder de Francisco Javier Olivera (Yabucoa - 1980). 

Cuando se aborda el tema de los ponches en el Béisbol, inmediatamente mi memoria evoca al Rey del Ponche, Sandalio Quiñones.  Sandalio, quien fue exaltado al Recinto de los Inmortales el 20 de enero de 1991, estableció inicialmente una marca de ponches para una Temporada en el Béisbol Aficionado en el 1968; ese año ponchó a 156 bateadores dejando atrás la marca anterior de 155 ponches que estaba en poder del zurdo Epifanio “Chano” Rivera (San Sebastián).  En ese año de 1968, Sandalio abanicó a 156 bateadores en 125 entradas lanzadas.  Dos años más tarde (1970), estableció la marca de ponches que aún perdura al dejar con el madero al hombro a 157 bateadores en 121 entradas lanzadas; un promedio de 12 ponches por cada nueve entradas lanzadas.  Es decir, que en el 1970, Sandalio rompió su propia marca de ponches.  En su brillante carrera, (Series Regulares) ponchó 1,112 bateadores en 1125 y 1/3 entradas; prácticamente un ponche por entrada.  Otro inmortal, el derecho Mariano Quiñones, es el único lanzador que ha ponchado más bateadores de por vida que Sandalio.  Mariano, abanicó durante su carrera a 1,616 bateadores.  Ahora bien, Mariano tuvo que lanzar 1439 y 1/3 de entrada para ponchar al bateador 1,113.  De ahí, que lanzó 314 entradas más que Sandalio para convertirse en el lanzador de más ponches de por vida. 

Deseo resaltar que el arte de Sandalio de ponchar bateadores, trascendió el Béisbol Doble A y quedó plasmado para la historia en el Béisbol Internacional.  Véamos.  En uno de los juegos de la decimonovena (XIX) Serie Mundial de Béisbol Aficionado, que se celebró en Cuba, en noviembre de 1971, Sandalio ponchó a 21 bateadores de la Selección de Antillas Holandesas.  La gesta histórica se produjo el martes, 23 de noviembre de 1971, en el Estadio Palmar de Junco ubicado en la Provincia de Matanza, Cuba.  Ese día, Sandalio le ponchó 21 bateadores al equipo de Antillas Holandesas, estableciendo con esa joya monticular la marca internacional que perdura al día de hoy.  De hecho, el Museo del Deporte en Guaynabo tiene enmarcada una reseña periodística que recoge dicha actuación.  Al abanicar a 21 bateadores, Sandalio rompió la marca internacional que era de 19 ponches y la compartían el mejicano Nicolás Genestar (1950) y el también puertorriqueño Efraín Contreras (igualmente frente Antillas Holandesas, en la XVI Serie, 1965).  En ese partido, Sandalio solamente permitió dos incogibles, uno en la cuarta y otra en la sexta entrada.  En la octava entrada propinó cuatro ponches ya que uno de los bateadores luego de abanicar la brisa se embasó por lanzamiento salvaje.  El receptor de Sandalio en ese partido lo fue Carlos Ramos y otros de los grandes receptores de esa época José Antonio “Tony” Valentín (padre de los hermanos Valentín) jugó la tercera base.  Puerto Rico ganó ese partido cuatro carreras por cero. 

La monumental actuación de Sandalio se convirtió en legendaria ya que en su próxima salida le ponchó 19 bateadores a la Selección de Costa Rico.  Es decir, que el Rey del Ponche, abanicó a 40 bateadores en dos partidos consecutivos estableciendo de esa manera otra marca que aún perdura y que consiste en la mayor cantidad de ponches propinados por un lanzador en juegos sucesivos de Series Mundiales Aficionadas.  Para asimilar la proeza de Sandalio, basta concluir que de los 54 “outs” que propinó en esos dos juegos (27 “outs” en cada partido), 40 se produjeron por la vía del ponche.  Por ello, y sin abrigar duda alguna, lo considero el Rey del Ponche.  De hecho,  fui el anotador del equipo de Utuado durante gran parte de su gloriosa carrera, por lo que obran en mi poder sus estadísticas y sus hazañas, las cuales dan margen a escribir un libro sobre su brillante carrera.   Por sus grandes aportaciones a nuestros queridos “Montañeses”, el número 11 utilizaba en su uniforme fue retirado y el Municipio de Utuado lo declaró Hijo Adoptivo de nuestra Ciudad del Viví.                        

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