jueves, 24 de agosto de 2017

¡CURIOSIDADES DEL BÉISBOL!

El zurdo Rich Hill coqueteó con un juego perfecto hasta que abriendo la novena entrada, el tercera base de los Dodgers, Logan Forsythe, cometió un error en fildeo. El error eliminó la posibilidad de la perfección, pero no el juego sin hit ni carrera, ya que Hill logró retirar a los próximos tres bateadores para tejer un juego sin hit ni carrera durante nueve entradas. Desafortunadamente para él, los Dodgers tampoco habían marcado carrera, por lo que el juego se fue a entradas extras.Con tan solo 95 lanzamientos en las primeras nueve entradas subió nuevamente a la loma de los suspiros en la baja de la décima entrada. Lamentablemente, el cuarto lanzamiento de la décima entrada y el número 99 de una potencial noche histórica, se convirtió en una pesadilla porque Josh Harrison le conectó un cuadrangular para dejar sobre el terreno a los Dodgers. Para Hill, el juego concluyó con un hit, una carrera y una dolorosa derrota. Josh Harrison se convirtió oficialmente en el primer jugador que conecta un jonrón para terminar un juego sin hit y sin carrera. Subrayo la palabra oficialmente porque viene a mi memoria el “cuadrangular” que conectó Joe Adcock, el 26 de mayo de 1959, en unas circunstancias parecidas. Por la importancia que reviste desde el punto de vista histórico y estadístico, traigo a la atención de ustedes lo ocurrido en aquel memorable partido entre los Piratas y los entonces Bravos de Milwaukee. Veamos.

El zurdo de los Piratas Harvey Haddix, en una impactante salida había tirado doce (12) entradas perfectas, pero desafortunadamente, su equipo no lo había respaldado ofensivamente porque el lanzador de los Bravos, Lew Burdette, aunque había permitido 13 hits, también le había colgado 13 ceros a los Piratas. Dicho sea de paso, en ese desafío no jugó por los Piratas, Roberto Clemente. En la baja de la 13ra entrada vino a batear de emergente por los Bravos Felix “El Gato” Mantilla y se embasó por error en el tiro del antesalista Don Hoak. Hasta ahí llegó el juego “más perfecto” de las Grandes Ligas. El segundo bateador, Eddie Mathews, se sacrificó y llevó a Mantilla a segunda base. Con la primera base desocupada, el tercer bateador, Hank Aaron, fue embasado intencionalmente. En esas circunstancias vino a batear Joe Adcock y le conectó un “cuadrangular” entre el jardín central derecho. Ese histórico batazo terminó con el juego sin hit y sin carrera de Haddix. Uno pensaría que el juego terminó 3-0 y que fue ese batazo y no el de anoche de Josh Harrison, el primer jonrón para terminar un juego sin hit y sin carrera. No fue así. Insólitamente, Hank Aaron, que corría en primera base, pisó la segunda base y luego de pisar la tercera base, siguió hacia el camerino porque creía que la bola no se había ido por encima de la verja y que el juego había concluido con la carrera que había anotado Félix Mantilla. Mientras, Joe Adcock recorría el diamante y cuando pisó el “home” fue declarado “out” por rebasar en el recorrido a Hank Aaron que nunca piso el plato. Estadísticamente se le anotó un doble a Joe Adcock porque hasta ahí su recorrido fue correcto, ya que Aaron llegó hasta tercera, el juego terminó 1-0 (la carrera anotada por Mantilla) y la labor de Haddix fue a los récords de la siguiente manera: 12 2/3 entradas lanzadas, un hit, una carrera sucia porque Mantilla llegó a base por error, y una dolorosa derrota.

A todas luces, el mal corrido de bases de Aaron privó a Joe Adcock de un cuadrangular; mientras que Aaron se privó de anotar una carrera que le hubiese dado un total de 2,715 anotadas en su gloriosa carrera. Por ello, cuando uno busca los líderes de carreras anotadas de todos los tiempos, Aaron aparece empatado en el cuarto lugar con Babe Ruth, ambos con 2,714. “Cosas veredes mi amigo Sancho”.

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